lunes, 24 de enero de 2011

Veneno en el aire

En estos días hemos leído en la prensa que Madrid y Barcelona incumplen los niveles de contaminación del aire, y que pretenden solicitar una prórroga para evitar sanciones provenientes de las autoridades comunitarias. Dicho brevemente, estas dos capitales saben que la población está padeciendo una contaminación intolerable, que perjudica su salud e incluso les lleva a la muerte (se calcula que en España mueren anualmente unas 17.000 personas por culpa de la contaminación del aire, y en Europa ¡unas 300.000!), pero solicitan poder seguir contaminando durante más tiempo.

La Secretaria de Estado de Cambio Climático ha dicho que es difícil que se conceda esta prórroga.

A raíz de esta noticia, me propuse conocer la situación de León, pero sin llegar a hacerlo ayer he visto en El País que nuestra ciudad es una de las que en algún momento solicitaron una prórroga. Parece ser que el principal problema no viene del tráfico, que también, sino de una central térmica situada unos kilómetros al norte de León (en La Robla).

¿Cómo se puede conseguir reducir la contaminación? En nuestra ciudad la Junta de Castilla y León parece haber encontrado la solución.

En León hay tres estaciones de medición de la contaminación atmosférica, y dos de ellas han sido cambiadas recientemente de lugar. Una, que se encontraba en un cruce junto a la Plaza de Toros, fue llevada al Coto Escolar, un lugar donde no hay coches. La segunda estaba en la avenida San Ignacio de Loyola, en un cruce muy transitado y junto a un colegio, pero a finales de 2008 la movieron unos metros más allá, donde se reduce notablemente el tráfico. Así los transeúntes y los escolares que estudian allí siguen respirando el mismo veneno, pero aumenta la calidad del aire en la ciudad. Y es que no hay nada como soluciones imaginativas para afrontar los problemas. Ciudadanos.


La estación de medición fija, reconvertida en móvil

Ubicación de la estación antes (antes), en la glorieta donde confluyen varias calles, y en la actualidad (actual), alejada de efluvios. Lo que se ve en esa acera es un colegio público.

2 comentarios:

  1. Me he reido por no llorar, ¿cómo se puede tener tan poca verguenza? Me lo creo porque eres tú el que lo cuentas, pero es increible.

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  2. Claro, es la misma solución que da la Junta para elevar la calidad de la enseñanza en C y León: exigir a los profesores que aprueben al 80% del alumnado, o de lo contrario que den explicaciones. Que conste que en nuestro colegio no lo hacen, pero parece que en algunos institutos han empezado a aplicarlo.

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