La tradición de los pendones en León es una de las más antiguas existentes, y en San Froilán (una de las fiestas de la ciudad) se juntan para recorrer la ciudad. Los pendones son grandes banderas identificativas de un municipio o población, utilizados ya en la Edad Media y que seguramente servían en la batalla para reconocer a los tuyos y saber por eliminación a quién tenías que apedrear. Ahora ya no se utilizan con fines bélicos, afortunadamente.
En las fiestas de San Froilán (el 5 de octubre), como decía anteriormente, se realiza un izado conjunto y un desfile hasta el centro histórico. Este año han salido el fin de semana antes, porque el ayuntamiento (en quiebra técnica) ha decidido tirar la casa por la ventana y gastarse cien mil euros a lo largo de siete días para celebrar esta fiesta sin par, que incluye lo típico (pasacalles, conciertos, mercado medieval, torneos de futbol...).
Los pendones son generalmente de gran tamaño, lo que exige llevarlos con unos arneses especiales y con una o dos cuerdas que impidan un excesivo desequilibrio.
La foto siguiente no la pongo por los pendones, sino por la boina: ese sí que es un elemento tradicional y en peligro (crítico) de extinción.
Los hay más pequeños, que se llaman pendonetas, e incluso tenemos los canipendones.
Este debe ser un pendón, pero en otra acepción.
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Me declaro fan absoluta del canipendon!!!
ResponderEliminarOstras, el de blanco parece un híbrido entre un flower power y no se sabe qué, jeje.
ResponderEliminarInteresante entrada, y las fotos más.
Un abrazo.