miércoles, 22 de octubre de 2014

Basura


Y a la espera de la contratación de los limpiadores que van a cambiar el rostro de la ciudad (que vienen las elecciones!), mientras nuestros munícipes se divierten con pendones, mitras, misas y genuflexiones, y nuestro concejal Cayón nos echa la bronca una vez más (y otra más) por quejarnos -esta vez por el plan de asfaltado-, la ciudad sigue incólume envuelta en un manto de porquería y desidia.

León, un domingo cualquiera, brilla.